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Podemos llamarle de muchas maneras, pero la realidad es que el HOME OFFICE ha llegado para quedarse. Trabajar desde casa sabemos que puede ser incómodo y a veces encontrar un espacio dónde habilitar tu oficina puede resultar tedioso. Además, la decoración juega un papel importante, de repente tenemos que incorporar unos muebles que pueden obligarnos a reorganizar el salón, la cocina o nuestro propio dormitorio.
Sabemos que lo ideal es tener un espacio propio dónde trabajar, pero si no cuentas con él, te damos las claves básicas para crear un espacio de trabajo de la nada.
Sabemos que lo ideal es tener un espacio propio dónde trabajar, pero si no cuentas con él, te damos las claves básicas para crear un espacio de trabajo de la nada.
Debes hacer un listado de todo lo que necesitas ubicar sobre la mesa y reservar un espacio para colocar de forma correcta tus antebrazos, si puedes sé generosa con el tamaño. Las estructuras pensadas para Home Office son más livianas, de líneas sutiles y formas rectas para no cargar el ambiente o incluso pasar desapercibidas; la madera es una apuesta segura. Puedes combinar colores de sobre y estructura, la recomendación es que decidas a qué darle importancia. Si no quieres tener un amasijo de cables colgando de la mesa, los complementos de electrificación harán que todo quede disimulado.
Sabemos que las sillas ergonómicas no son esa silla de aire escandinavo que te gustaría tener en tu salón, pero siendo realistas, necesitas una silla que regule la posición lumbar, que tenga regulación de altura, profundidad y que acompañe tus movimientos. Todo esto evitará la sobrecarga en tus cervicales, ese hormigueo molesto en las piernas y que termines más cansado de lo que deberías después de tu jornada. Los respaldos de malla se adaptan perfectamente a la espalda y además son transpirables. Si tienes parquet, unas ruedas de goma son aconsejables.
Sabemos que las sillas ergonómicas no son esa silla de aire escandinavo que te gustaría tener en tu salón, pero siendo realistas, necesitas una silla que regule la posición lumbar, que tenga regulación de altura, profundidad y que acompañe tus movimientos. Todo esto evitará la sobrecarga en tus cervicales, ese hormigueo molesto en las piernas y que termines más cansado de lo que deberías después de tu jornada. Los respaldos de malla se adaptan perfectamente a la espalda y además son transpirables. Si tienes parquet, unas ruedas de goma son aconsejables.
En esta sección puedes encontrar distintas propuestas de mesas pensadas para el teletrabajo, que suelen tener una profundidad inferior a las de la oficina (70cm) y con una estética más relajada, más informal y acogedora.
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